Dependencia emocional: ¿Cómo identificar si tu relación de pareja es nociva?

Entre las diferentes formas de dependencia emocional, podemos ubicar a aquellas relaciones nocivas que por alguna u otra razón son difíciles de terminar y aunque se las detecte como patológicas o problemáticas perduran en el tiempo, como el vínculo del cocainómano con la cocaína.

Primero es todo placer, luego se identifica el daño que le provoca y, sin embargo, sigue recurriendo a ella, una y otra vez.

En este punto, gran influencia ejerce en ambas adicciones la liberación de Dopamina, protagonista en la dependencia física, orgánica o química en las relaciones de dependencia emocional.

Así como la ingesta de cocaína provoca la liberación de dopamina, también se produce en

las relaciones personales, al tomar contacto con vínculos que son agradables, que nos hacen bien, recibir un mensajito halagador, generan una situación de placer y gratificación, liberando dicha sustancia.

Cuando hay dependencia, esa relación empezará como agradable, y llegará a ser necesaria y destructiva.

En numerosos casos se suelen confundir algunas actitudes y circunstancias que se perciben como gestos de amor pero que pueden estar encubriendo otro tipo de situación.

¿A qué nos estamos refiriendo? Concretamente a violencias, microviolencias o maltratos que se esconden detrás de supuestos gestos de amor.

Si bien la violencia de género se ha denominado así para generar conciencia de la grandísima cantidad de mujeres que son violentadas por el solo hecho de ser mujer, aquí no estamos hablando de eso, si no de relaciones enfermizas, patológicas o tóxicas y esto aplica para ambos géneros.

Una relación tóxica es aquella en donde se pierden o anulan las diferencias individuales, se asume una única identidad como si cada miembro de la pareja no pensara, deseara o actuara diferente.

Se pierden también los espacios individuales. Con la excusa de que no hay secretos, se confunde el compartir y la confianza con invadir el espacio personal del otro (revisar celulares, redes sociales, etc).

Si te encuentras atravesando una situación similar y quieres orientación psicológica puedes contactarme a gmelit@gmail.com.