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Paradependencia: ¿Cómo impacta una adicción en los hijos?

  • Foto del escritor: Melina Gancedo
    Melina Gancedo
  • 9 ene 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 27 sept 2021

Una adicción se define como una conducta que implica una relación de dependencia entre una persona y un objeto determinado. Este objeto puede ser una droga o una situación particular, como jugar en el Casino o comprar de forma compulsiva, o una persona, como sucede en la dependencia emocional.


Tanto en las adiciones por consumo de sustancias psicoactivas, como en las adicciones conductuales o comportamentales se producen fenómenos complejos que afectan a la persona adicta en diferentes planos de su vida. Entre ellos podemos mencionar su salud física-mental, su trabajo, su estudio, su familia.

En este último punto es que nos detendremos hoy. Una adicción no solo altera la vida de quien la padece sino que también afecta de forma significativa a quienes lo rodean.


Se denomina paradependencia al conjunto de efectos y vivencias que presentan los hijos de padres adictos.

Este término, relativamente reciente, surge como complementario al concepto de codependencia, más referido a la relación entre la persona adicta y un par, donde se presupone que dicho par tendría ciertas herramientas y recursos internos y externos para poder contribuir en la problemática y/o tomar la decisión de correrse de ese vínculo. Aunque no siempre resulta tan fácil como decirlo.


En cambio en la paradependencia, los hijos se encuentran en una situación de vulnerabilidad mayor por todo lo que implica el vínculo padres-hijo.

Si bien no hay una edad o criterios para hablar del cese de la paradependencia, los efectos sumamente negativos de la misma no se manifestaran con el mismo impacto si hablamos de un hijo niño, un hijo joven o un hijo adulto.


De todas maneras, las repercusiones de una problemática de adicción en los hijos pueden llegar a afectar la forma de ser, de sentirse, de identificarse, en definitiva de relacionarse consigo mismo y con otras personas; también pueden generar dificultades a la hora de pensarse, de sentirse capaz, valorado, querido, o rechazado, sobreprotegido o desamparado.


La adicción de los padres puede terminar anulando su personalidad, su subjetividad.

Es crucial poder ofrecer un espacio a los hijos de personas con problemas de adicción, donde éstos puedan desplegar sus sentires, temores, malestares y cotidianeidades naturalizadas, que requieren de un oportuno cuestionamiento a nivel familiar.


El niño/adolescente/joven adulto es portavoz. Con sus gestos, comportamientos y hasta con sus silencios comunica, expresa, denuncia situaciones donde la salud, el bienestar y la calidad de vida de toda la familia como sistema, está en juego. Y hablando del juego, es importante observar en los hijos a qué juegan, qué pueden expresar, escucharlos más allá de lo dicho, resignificar sus manifestaciones. Sin ánimos de patologizar aspectos, procesos, conductas o actitudes, señalemos algunas de las presentaciones que suelen observarse en la clínica con hijos de personas con problema de adicción.



· Sostenimiento de vínculos caracterizados por la dependencia emocional.

· Baja autoestima.

· Falta o exceso de límites.

· Sentimiento bajo de autoeficacia o autoconfianza.

· Escasa contención y diálogo familiar.

· Dobles mensajes o discursos contradictorios que confunden al hijo.

· Naturalización del consumo de sustancias como psicofármacos, bebidas alcohólicas, tabaco.

· Enojo, vergüenza, por la situación familiar.

· Dificultades en el proceso de aprendizaje. Déficit de atención.

· Dificultades en la creación y sostenimiento del lazo social. Aislamiento.

· Miedo, incertidumbre, ansiedad, preocupación excesiva, desconcierto, confusión.

· Miedo a expresarse.

· Sentimiento de culpa de los conflictos que perciben en su entorno. Impotencia.

· Conductas evitativas de la realidad, que también pueden ir configurando conductas adictivas si se sostienen en el tiempo, si se realizan de forma compulsiva, si se necesita realizarlas para calmar ansiedad, malestar, dolor emocional, angustia.



Es muy importante visibilizar los variados efectos que puede producir una adicción y tomar conciencia de que éstos pueden afectar el presente y futuro de los miembros más vulnerables de la familia: los niños, sujetos de derecho en proceso de desarrollo físico y psíquico; y los jóvenes adultos, quienes también pueden verse atravesados y por ende afectados por la adicción de uno o ambos padres.



Melina Gancedo

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